Almonte cumple los primeros 100 días bajo la administración de Francisco Bella, y el Partido Popular de Almonte se ve en la obligación de denunciar una serie de decisiones que, lejos de beneficiar al pueblo, están perjudicando seriamente el día a día y el futuro económico de sus habitantes.
Miguel Ángel Jiménez, portavoz del Grupo Municipal del PP, hizo énfasis en el desmesurado aumento impositivo que ha ascendido a más de 2 millones de euros. «Estamos ante una subida que supondrá que cada familia almonteña deba enfrentar un adicional de 500 euros al año. Francisco Bella ha establecido un récord en estos primeros 100 días, marcando los impuestos más elevados en la historia de Almonte. Y lo que es aún más alarmante, ya se anticipan más medidas que continuarán afectando el bolsillo de nuestros conciudadanos.»
El portavoz no tardó en expresar la profunda decepción que ha cundido entre la población: «Las promesas de Bella durante su campaña contrastan radicalmente con sus acciones. Lejos de ser el alcalde renovador que Almonte esperaba, estamos viendo una reedición de políticas pasadas que tanto daño hicieron.»
Familiares de concejales sin capacitación al frente de las áreas
Jiménez continuó denunciando el desplazamiento de técnicos cualificados en distintas áreas municipales, reemplazados por familiares de concejales, que carecen de la formación y experiencia necesarias. «Esta práctica no solo es éticamente cuestionable, sino que está teniendo un impacto negativo en la eficacia y la calidad de los servicios municipales, con áreas que a día de hoy son un auténtico caos«.
Uno de los puntos más críticos ha sido la sorprendente firma de un crédito de más de medio millón de euros en la primera semana del nuevo gobierno, agravando la ya frágil situación económica del municipio. «Bella parece olvidar que en su mandato anterior dejó una deuda de más de 60 millones de euros. ¿Es este el camino que quiere repetir?», preguntó retóricamente el portavoz.
Bella atiende a sus afiliados y abandona a las personas dependientes
Las decisiones en torno al empleo público también han sido objeto de crítica. La empresa pública EMILAD se ha convertido en un refugio de afiliados y simpatizantes del partido en el poder, incrementando su nómina en el triple de los normal, mientras que trabajadoras esenciales de la empresa de ayuda a domicilio, SADA, han sido despedidas, afectando la calidad de los servicios a los más vulnerables. “Se desatiende a las personas dependientes mientras se pagan promesas electorales en EMILAD a simpatizantes y allegados mediante el dedazo”, afirma el popular.
Jiménez se mostró especialmente crítico con lo que el ayuntamiento ha calificado como su medida «estrella» de ahorro, tildándola de «absurda». «Estamos siendo testigos de un engaño masivo por parte de la administración de Bella. Afirman con gran orgullo que están implementando medidas de ahorro, cuando, en realidad, hemos visto un aumento alarmante en el gasto en estos primeros tres meses,» lamentó el portavoz.
El recorte en los teléfonos corporativos del Ayuntamiento, que ha sido reducido en un 80%, fue señalado como ejemplo de estas medidas engañosas. «¿Cómo puede alguien pensar que esta acción tendrá un impacto significativo en el presupuesto municipal? Las actuales tarifas y planes de las compañías telefónicas hacen que el ahorro sea ínfimo. Es una estrategia puramente cosmética que no busca más que un titular fácil en los medios, dando la ilusión de una administración fiscalmente responsable, cuando la realidad es completamente distinta», expuso Jiménez.
Un Gobierno excesivamente caro
La gestión de los primeros 100 días del actual gobierno municipal en Almonte revela un desequilibrio alarmante. A pesar de un bagaje escaso en términos de logros y acciones concretas, se han destinado más de 130.000 euros exclusivamente a sueldos de concejales y asesores. Para los populares, esta desproporción entre los resultados obtenidos y el coste que representan para los almonteños es una clara muestra de un gobierno excesivamente caro. Los ciudadanos merecen una administración que proporcione valor acorde a su inversión, y no un equipo cuyos costes no se vean reflejados en beneficios tangibles para la localidad.
«Los almonteños merecen transparencia, eficiencia y respeto. En lugar de engordar la deuda y favorecer a los allegados, es hora de que el Ayuntamiento se centre en el verdadero bienestar y progreso de Almonte”, concluyó Jiménez.